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A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, la masonería tuvo un grandísimo auge en EE.UU. Cientos de miles de hombres integraban las logias de costa a costa. Los norteamericanos, fieles a su mentalidad de negocio, decidieron aprovechar la cantidad de miembros de la masonería para crear centros masónicos que no solo pudiesen autofinanciarse sino que, además, generasen beneficios que se pudieran revertir en acciones de caridad. Hoy, en la época que se habla tanto del emprendizaje social, solo podemos maravillarnos con la visión de aquellos hombres que se organizaron para generar ingresos con los que poder ayudar a los demás.
Esta misma época coincide con el auge de los edificios en altura y los rascacielos. Los masones, viendo que disponían del terreno donde se ubicaban sus propios templos, pensaron en que sería buena idea construir edificios en altura que pudiesen subarrendar pero reservándose una parte para sí mismos. Nació así la fiebre de los edificios masónicos que proliferaron por todas las grandes ciudades de EE.UU.
La idea era crear un edificio polivalente con locales comerciales a pie de calle, salas de eventos o de espectáculos en la primera planta, oficinas o viviendas en las plantas siguientes, y reservarse una o dos plantas para instalar los templos en sí mismos y las oficinas propias.
La construcción se financiaba a modo de cooperativa con participaciones por partes de los masones o con donativos. Los beneficios que se generaban se destinaban a las habituales obras de caridad masónicas como los hospitales infantiles o las residencias de la tercera edad.
Hoy en día han desaparecido muchos de aquellos edificios y otros se han vendido y reconvertido en hoteles o edificios de oficinas. Veamos algunos ejemplos:
Templo masónico de Chicago, construido en 1892 y demolido en 1939 por las obras del metro por la dificultad de reforzar los cimientos para hacer pasar el metro por debajo. Durante 25 años fue el edificio más alto de Chicago con sus 21 plantas y sus 92 metros:
El templo masónico de Boston se construyó en 1875 en el solar de la antigua logia de una planta. En 1900 se reconstruyó íntegramente y este tercer templo es el que aún existe en la actualidad.
Cómo no, en Nueva York. El Manhattan Masonic Hall fue construido en 1907 en sustitución de otro edificio de 1875.
No solo había edificios de este tipo en las grandes metrópolis. Aquí vemos el Templo Masónico de Raleigh, Carolina del Norte, construido en 1907.
En Minneapolis, Minnesota, este templo construido en 1888 es en la actualidad propiedad de una organización privada sin ánimo de lucro dedicada a la promoción de las artes. Sus actuales propietarios mencionan con orgullo en su web el origen masónico del edificio.
Este modelo de crear un rascacielos masónico rentable se exportó en época moderna a Sidney, Australia, cuyo edificio recogíamos en otro post: Sydney Masonic Centre
Algunos enlaces externos con más edificios masónicos tipo rascacielos:
- Nueva Orleans, Luisiana: http://old-new-orleans.com/NO_Masonic_Temple.html
- Antiguo templo de Detroit, Michigan: http://historicdetroit.org/building/masonic-temple-old/
- Listado de edificios masónicos de Estados Unidos: https://en.wikipedia.org/wiki/List_of_Masonic_buildings_in_the_United_States